LAS LEYENDAS Y LAS FÁBULAS

¿Qué es una fábula? Una fábula es un relato breve de ficción, protagonizado por animales que hablan y escrito en prosa o verso con una intención didáctica de carácter ético y universal formulada la mayor parte de las veces al final, en la parte denominada moraleja, más raramente al principio o eliminada ya que puede sobreentenderse o se encuentra implícita.

LEYENDAS

Una leyenda es una narración de hechos naturales, sobrenaturales o mezclados, que se transmite de generación en generación en forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad. Se ubica en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud.

Leyendas populares

VICTOR EMILIO ESTRADA Y EL PACTO CON EL DEMONIO, LA VIUDA DEL TAMARINDO, EL CURA SIN CABEZA, EL FAROL DE LA VIUDA, ETC.

CHUZALONGO

El chuzalongo (en quechua "niño seductor y malvado"), Chiro o indio del monte es una criatura fantástica de la mitología del Ecuador, habitante de las peñas de los Andes.Existen diferentes versiones sobre el origen del chuzalongo, una versión indica que podría ser hijo del urcu-yaya y la urcu-mama, esto es, hijos del cerro. Otra versión más terrenal indica que podría ser el fruto de una relación incestuosa entre padres e hijos o entre hermanos.

EL PADRE ALMEIDA

Narra la leyenda que en el convento de San Diego, de la ciudad de Quito-Ecuador, vivía hace algunos siglos un sacerdote joven, el padre Almeida, el mismo que se caracterizaba por su afición a las juergas y al aguardiente. .

lunes, 8 de septiembre de 2014

Fotos de la escuela




















sábado, 6 de septiembre de 2014

LA LEYENDA QUITEÑA DEL PADRE ALMEIDA

Narra la leyenda que en el convento de San Diego, de la ciudad de Quito-Ecuador,  vivía hace algunos siglos un sacerdote joven, el padre Almeida, el mismo que se caracterizaba por su afición a las juergas y al aguardiente.

         Todas las noches, él iba hacia una pequeña ventana que daba a la calle, pero como esta era muy alta, él se subía hasta ella, apoyándose  en la escultura de un Cristo yaciente. Hasta que una vez el Cristo ya cansado de tantos abusos, cada noche le preguntaba al juerguista: ¿Hasta cuando padre Almeida? , a lo que él respondía: “Hasta la vuelta Señor”.

         Una vez alcanzada la calle, el joven sacerdote daba rienda suelta a su ánimo festivo y tomaba hasta embriagarse. Al amanecer regresaba al convento.


         Tanto le gustaba la juerga, que sus planes eran seguir con este ritmo de vida eternamente, pero el destino le jugó una broma pesada que le hizo cambiar definitivamente.

         Pues una madrugada el padre Almeida regresaba borracho, tambaleándose por las empedradas calles quiteñas, rumbo al convento, cuando de pronto vio que se aproximaba un cortejo fúnebre. Le pareció muy extraño este tipo de procesión a esa hora, y como era curioso, decidió ver el interior del ataúd, y al acercarse vio su propio cuerpo dentro del mismo.



         Del susto se le quitó la borrachera, corrió desesperadamente hacia el convento, del que nuca volvió a escaparse para irse de juerga.

 
 
 
 
 
 
 EL PADRE ALMEIDA

La llorona

PLAN DE CLASE


La leyenda de El Duende

LEYENDAS Y FÁBULAS

La fábula es una composición literaria breve en la que los personajes son animales o cosas que casi siempre presentan características humanas como hablar. Estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo, que suele figurar al final del texto. En el Diccionario de uso del español de María Moliner1  se define a la fábula como una “narración literaria, generalmente en verso, cuyos personajes son animales a los cuales se hace hablar y obrar como personas, y de la que, generalmente, se deduce una enseñanza práctica”. En el Diccionario  de  Retórica y Poética2 de Helena Beristáin se indica que “se trata de un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las costumbres y de los vicios locales o nacionales, pero también de las características universales de la naturaleza humana en general”.

LEYENDA 

Una leyenda es una narración de hechos naturales, sobrenaturales o mezclados, que se transmite de generación en generación en forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad.
Se ubica en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales, como milagros, presencia de criaturas férricas o de ultratumba, etc., estos se presentan como reales, pues forman parte de la visión del mundo propia de la comunidad en la que se origina la leyenda. En su proceso de transmisión a través de la tradición oral las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones que expresan un estado extraño, surgiendo así todo un mundo lleno de variantes.
Se define a la leyenda como un relato folclórico con bases históricas.1 Una definición profesional moderna ha sido propuesta por el folclorista Timothy R. Tangherlini en 1990:2
"Típicamente, la leyenda es una narración tradicional corta de un solo episodio, altamente ecotipificada,3 realizada de modo conversacional, que refleja una representación psicológica simbólica de la creencia popular y de las experiencias colectivas y que sirve de reafirmación de los valores comúnmente aceptados por el grupo a cuya tradición pertenece".
Contrariamente al mito, que se ocupa de dioses,4 la leyenda se ocupa de hombres que representan arquetipos (tipos humanos característicos), como el del héroe o el anciano sabio, como se aprecia por ejemplo en las leyendas heroicas griegas y en las artúricas.5

La liebre y la tortuga

Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:
-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.
Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.
LLegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta.En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vió como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.

Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.

El Gallo de la Catedral

LEYENDA IBARREÑA - LA CAJA RONCA PARA NIÑOS

Leyenda de La dama tapada final

Cantuña la leyenda animada

Leyendas de Quito - La capa del estudiante

El gusano de seda y la araña

Trabajando un gusano su capullo,
la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa
muy propia de su orgullo:
¿Qué dice de mi tela el señor gusano?.
Esta mañana la empecé muy temprano,
y ya estará acabada al mediodía.
Mire qué sutil es, mire qué bella….
el gusano con sorna respondía:
usted tiene razón: así sale ella.

Moraleja:
Consideremos  la calidad de la obra y no el tiempo que se ha tardado en hacerla.


La tunda (Leyenda Esmeraldeña)


Las tinieblas y el silencio ambientaban el ámbito. No se escuchaba el movimiento  de las hojas  de palmeras. Que por costumbre y caprichosamente zarandeaba el viento. El adolecente despierto y atento, solo y pensativo, recordaba las noches felices junto a su madre y hermanos que habían pasado en días anteriores.

Graciosamente, a pesar de las tinieblas, agudizaba su visión, empecinado en descubrir un haz de luz entre las rendijas de las paredes de madera.

Fue sorprendido por el toc-toc de la puerta que daba a la calle: ágilmente se levanto de la cama pensando que su soledad tenia compañía y que pronto encontraría respuestas a sus interrogantes.

Frente a la puerta, antes de abrirla, atina a preguntar:¿Quién es? Y una voz femenina, la de su madre, le alborozo el corazón. Tan pronto tuvo a la autora de sus días frente a el inquirió por las razones de su imprevista llegada. “vengo a llevar el dinero del reinado”, fue la escueta respuesta, mientras juntos caminaban a la alcoba materna.

 Entre suspenso y alegre, el buen mozo interrogaba sobre los aspectos concernientes al acto de coronación en la que su hermana participaba con bastante apoyo popular, frente a dos hermosas opositoras, confiado de que ella ganaría el cetro. No vencería la mas bella, pero si que la de mayor recaudo hubiera logrado para el cuerpo de bomberos voluntarios de su pueblo.

“Es una gran obra ¿Cómo estamos?” ¿Ganaremos?, insistia el muchacho obteniendo apenas contestación de su amada madre, quien respondia con monosílabos, entre seria y cordial.  

Lentamente y sin deseos de hablar mucho, la madre saco del armario la cartera que contenía el dinero, producto de muchos bailes y serenatas. “más tarde vuelvo”, fueron las ultimas palabras al hijo que la acompaño hasta la puerta y que se cerraba en la medida en que su vieja salía hacia la noche profunda.

No había pasado un segundo de haber cerrado la puerta , cuanto intrigado por algo la abrió y ¡vaya¡, su mama había desaparecido, fenómenos que le pareció extraordinario porque por muy rápido que hubiera caminado habría tenido tiempo de voltear en la esquina.

Este hecho lo dejo pensativo, quedo con la lámpara de queroseno, que sostenía entre sus manos, pues en ese recondicto pueblo del litoral, no había luz eléctrica, salvo en poquísimas casas de ricos. Recordó que ella, que hacia pocos segundos había estado allí, estaba vestida con la ropa de trabajo.

Sintió pena que en todo un acto de coronación la madre de una de las reinas no hubiera asistido bien trajeada, se decía mentalmente. “para el colmo se vino sola”, seguía pensando el joven.

Rápidamente se vistió y salió a las calles de aspecto fantasmagórico. Por el conocimiento que de ellas pudo orientarse: el pequeño pueblo costero estaba vacio y ni si quiera un perro vagabuendo ladraba. Alla a la escuela, utilizada como coliseo, llego; había mucha gente que gritaba y bailaba. Era el único lugar del pueblo donde la alegría era desbordante.

“Un peso, dos pesos, cinco pesos”, ofrecia cada cual por la candidata de su preferencia, al tiempo que acudían a las urnas a depositar el dinero, haciendo fuerza para que su favorita ganara.

Entre el tumulto, pudo llegar hasta su madre, observando algo de tristeza en sus ojos como en los de su hermana reina y demás hermanos.

“Aparece que estamos perdiendo, los ricos del pueblo dan mas plata por las otras; no me gusta esta vaina, maldita suerte” pensó.

Con semblanza de enojo, la vieja que sorprendentemente si estaba elegantemente vestida, al ver al hijo lo increpo: ¿Qué haces vos aqui?, te dije que te quedaras cuidando la casa?.

“Vine mama a preguntarle si usted estuvo en casa, hace poco?”,respondió el muchacho y ella, intrigada, mirándolo de pies a cabeza, contesto:

¡No…! Muchacho, ¿Cómo se te ocurre?

Eran las doce de la noche y su madre había salido al coliseo desde las seis de la tarde.
Dice que fue “La Tunda” que le hizo tan mala jugada.

Cuentan los viejos que este personaje mítico es una mujer que se le aparece a los niños y aun a los adultos tomando la forma de la mama, de una mujer bonita o de una pariente cercano, que los llama por su nombre y paso a paso se los lleva a los montes. Allí los “entunda” o los pierde del camino y la comida que les da son camarones crudos que los cocina con los pedos. Para desentudarlos tiene que ir el padrino y los padres con oraciones y conjuros, con bombos y platillos, para que los devuelva. Este esotérico personaje tiene un pie humano y otro en forma de molinillo el cual hábilmente esconde cuando enfrenta a alguien.

La única manera de reconocerla es descubriendo su pata de molinillo que no ha podido transformar a través de los siglos. Según la tradiccion, defendida a capa y espada por el folclorologo Esteban Cabezas, la tunda es el fruto del amancebamiento del diablo con una bella negra que enamora en una noche de currulao.       

La Gallina de los huevos de Oro


Un hombre tenía una gallina que todos los días ponía un huevo de oro. Como era ambicioso empezó a pensar en que el animal debía tener en su interior una gran barra de oro. Entonces decidió matarla para sacar la barra y se encontró con que la gallina era exactamente igual a todas las de su especie. Por alcanzar de una vez toda la riqueza perdió inclusive lo poco que tenía. Debemos contentarnos con los bienes que poseemos y no codiciar insaciablemente riquezas imposibles.
La gallina de los huevos de oro es una de las fábulas atribuidas a Esopo. En España, Félix María Samaniego escribió una versión; en Francia, Jean de La Fontaine escribió otra. Un granjero y su esposa se encuentran con que una de sus gallinas pone huevos de oro. Pero no contentos con esperar a la puesta de la gallina, deciden matarla pensando que tiene oro en su interior. Cuando descubren que no es así, caen en la cuenta de que mejor les hubiera valido conservar lo que tenían.

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